Reconocimiento a la educación en valores

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Los institutos de zizur y cuatrovientos reciben el premio vicente ferrer por sus actividades organizadas el pasado curso escolar

pamplona, irene villafranca - Martes, 11 de Septiembre de 2012 - Actualizado a las 05:07h

Los profesores Fernando Oscoz, Miriam Azcárate (Cuatrovientos), Clara Salanueva e Inma Recalde.

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La educación es algo más que aprender dogmas. Tanto el IES Zizur de Zizur Mayor como el Instituto Cuatrovientos de Pamplona se esfuerzan cada año en demostrarlo.

Y por ello este verano han sido premiados en las modalidades de ESO y Formación Profesional, respectivamente, con el galardón Vicente Ferrer organizado por la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), un reconocimiento a la labor del profesorado y de los centros educativos en la promoción de la Educación para el Desarrollo.
Apenas unas semanas antes de comenzar el curso, dos profesores de cada uno de los institutos han viajado a Marruecos, donde han asistido a un seminario de Intercambio y Formación en Buenas Prácticas en Educación para el Desarrollo, en representación de todos los docentes y alumnos que participaron en las actividades, "los auténticos premiados y protagonistas". Es la recompensa a todo el trabajo realizado durante el año en materia de educación en valores, ya que el premio Vicente Ferrer no consiste en una dotación económica sino en un viaje a un lugar donde el Estado tiene proyectos de cooperación. En esta ocasión, los afortunados de disfrutar el premio han sido, en el caso de Cuatrovientos, Fernando Oscoz y Nuria López, profesores de Programa de Cualificacion Profesional Inicial (aunque Nuria ya no ejerce en el centro debido a que estaba cubriendo una sustitución); y en el caso del IES de Zizur, Inma Recalde y Clara Salanueva, profesoras de Filosofía y Economía, respectivamente.
Todos ellos han pasado nueve días en Marruecos, principalmente en Rabat, donde han visitado diversos proyectos solidarios, centros educativos y asistido a varias conferencias. De allí se traen una bonita experiencia, nuevas ideas para próximas actividades y, sobre todo, las pilas muy cargadas para volver a trabajar. En total, quince centros educativos han obtenido este IV Premio Nacional de los 32 que optaban a ello. Pero como señaló Salanueva, "lo importante es el reconocimiento y la difusión de las actividades sobre cooperación que se están haciendo en los centros, que no se conocen y son muchas". "En las escuelas tratamos de formar a futuros ciudadanos capaces de ser críticos, responsables, solidarios... Es cierto que sobre todo nos centramos en el currículum, pero también hay tiempo para hacer otras cosas, iniciativas más dinámicas en las que el alumnado se implica mucho", explicó Recalde.
Precisamente el interés que demuestran los estudiantes en la organización de eventos como La semana de África imprescindible, del IES Zizur o la tienda de comercio justo llevada a cabo por jóvenes con discapacidad psíquica en Cuatrovientos, son la mayor recompensa que reciben los docentes. El proyecto Sol premiado de Cuatrovientos, por ejemplo, recoge las tres principales acciones solidarias que el instituto realizó durante el curso pasado: una tienda de comercio justo que gestionan alumnos con discapacidad psíquica; una semana cultural donde se imparten talleres y charlas en la que colaboran varias ONGD y un original método de formación que utiliza la Educación para el Desarrollo para motivar a los alumnos. De este modo, por ejemplo, los profesores utilizaban indicadores de desempleo de un país pobre para trabajar en Matemáticas o un texto de una región en vías de desarrollo para estudiarlo en Lengua y, de paso, explicaban a los alumnos la situación de esos lugares.
En el caso del instituto bilingüe de Zizur Mayor, su proyecto Hemen e illic (Aquí y Allá) recoge las actividades llevadas a cabo por varios departamentos didácticos (Filosofía, Historia, Economía, Religión y Ciencias de la Naturaleza), dirigidas a fomentar el valor de la solidaridad, potenciar la convivencia, despertar el sentimiento de fraternidad y comunidad, y desarrollar una conciencia crítica entre el alumnado. Los visionados de películas y posterior debate, charlas, almuerzos interculturales, un seminario con el colectivo buenos tratos, la elaboración de un cómic sobre la convivencia en clase o exposiciones de mujeres importantes a lo largo de la historia, son algunas de las acciones que se llevaron a cabo.
Iniciativas organizadas por y para los alumnos, quienes, según señaló Recalde, "muchas veces solo necesitan una oportunidad para demostrar que son más sensibles con el tema de la solidaridad de lo que creemos. Tienen mucho que dar, mucho que ofrecer, y nosotros mucho que aprender".