El CEIP de Sant Jordi (Palma de Mallorca, Illes Balears) recibió el Premio Nacional de Educación para el Desarrollo “Vicente Ferrer” en su sexta edición, convocado por la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) y cogestionado por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte por su proyecto “un día sin carne”. Este trabajo está enmarcado dentro de un proyecto denominado “Alimentacció”, que está asesorado y acompañado por la ONGD Veterinarios sin Fronteras Justicia Alimentaria Global (VSF).
El CEIP de Sant Jordi es un centro de Educación Infantil y Primaria ubicado en el pueblo de Sant Jordi que, aunque sea una barriada de Palma, conserva un entorno rural. Actualmente asisten unos 230 alumnos y todos ellos han participado y participan en el proyecto.
El objetivo principal del proyecto es concienciar a la comunidad educativa sobre las ventajas de la alimentación sana, equilibrada y sostenible y sobre el abuso en el consumo de carne para, de esta forma, contribuir al cambio del modelo de consumo actual, y mejorar los aspectos relacionados con la producción.
Como punto de partida, hay que tener en cuenta que una menor demanda conlleva una menor producción. En este sentido y, para tratar de rebajar este consumo, han trabajado en relación a tres ejes que son los tres grandes ámbitos afectados por el elevado consumo de carne que impera hoy en nuestra sociedad: salud (alimentación saludable), medio ambiente (proteger los recursos hídricos) y justicia social (favorecer el consumo local, derecho a la alimentación, derecho a condiciones de vida justas y derecho laboral).
Aunque el proyecto presentado se desarrolla en la modalidad de educación primaria, cabe decir que es un proyecto de centro a nivel global. Por ello se está trabajando desde infantil hasta el último curso de primaria, proponiendo diferentes actividades según las edades.
Entre las actividades que han desarrollado se pueden destacar:
Educación Infantil: Talleres de cocina (propuestas de trabajo con familias), huerto escolar, elaboración de pintura ecológica con aloe vera, fabricación de disfraces a partir del nombre de las clases( frutas), salidas a mercados y paseos por el entorno rural.
En Educación Primaria: recopilación de recetas tradicionales y otras recetas como alternativa para enriquecer la oferta (patés vegetales) y así facilitar a las familias opciones diversas para este día sin carne, talleres de cocina a partir de estas recetas (elaboración de pan, crespells, robiols, cocas de verdura, galletas saladas “quelitas”…), elaboración de disfraces de carnaval a partir de nombres de fruta y de alimentos de origen vegetal, huerto escolar (sesiones semanales), investigación sobre la procedencia de alimentos como la patata, tomate…, construcción de un parenóstic (almanaque anual), estudio de la vida apícola, etc. Además, han tenido charlas formativas con las familias y maestros por parte de una nutricionista, un cocinero, un veterinario y una ambientóloga.
Todo ello les ha conducido a pensar que la buena práctica incide en el modelo de sociedad que construyen conjuntamente, aportando una visión crítica hacia éste modelo y, en definitiva, hacia el modelo social y económico a través de la propuesta de la soberanía alimentaria, generando un movimiento social a favor de ésta.
El proyecto podría entenderse como un paso más allá de dedicar un día a la fruta y también más allá de la celebración de un día a la semana sin carne. Por todo esto, pretenden dar argumentos y entender sus acciones con la ejecución de actividades en todos los ciclos adaptadas a las diferentes necesidades y también integradas en diferentes currículos.
El CEIP de Sant Jordi es un centro de Educación Infantil y Primaria ubicado en el pueblo de Sant Jordi que, aunque sea una barriada de Palma, conserva un entorno rural. Actualmente asisten unos 230 alumnos y todos ellos han participado y participan en el proyecto.
El objetivo principal del proyecto es concienciar a la comunidad educativa sobre las ventajas de la alimentación sana, equilibrada y sostenible y sobre el abuso en el consumo de carne para, de esta forma, contribuir al cambio del modelo de consumo actual, y mejorar los aspectos relacionados con la producción.
Como punto de partida, hay que tener en cuenta que una menor demanda conlleva una menor producción. En este sentido y, para tratar de rebajar este consumo, han trabajado en relación a tres ejes que son los tres grandes ámbitos afectados por el elevado consumo de carne que impera hoy en nuestra sociedad: salud (alimentación saludable), medio ambiente (proteger los recursos hídricos) y justicia social (favorecer el consumo local, derecho a la alimentación, derecho a condiciones de vida justas y derecho laboral).
Aunque el proyecto presentado se desarrolla en la modalidad de educación primaria, cabe decir que es un proyecto de centro a nivel global. Por ello se está trabajando desde infantil hasta el último curso de primaria, proponiendo diferentes actividades según las edades.
Entre las actividades que han desarrollado se pueden destacar:
Educación Infantil: Talleres de cocina (propuestas de trabajo con familias), huerto escolar, elaboración de pintura ecológica con aloe vera, fabricación de disfraces a partir del nombre de las clases( frutas), salidas a mercados y paseos por el entorno rural.En Educación Primaria: recopilación de recetas tradicionales y otras recetas como alternativa para enriquecer la oferta (patés vegetales) y así facilitar a las familias opciones diversas para este día sin carne, talleres de cocina a partir de estas recetas (elaboración de pan, crespells, robiols, cocas de verdura, galletas saladas “quelitas”…), elaboración de disfraces de carnaval a partir de nombres de fruta y de alimentos de origen vegetal, huerto escolar (sesiones semanales), investigación sobre la procedencia de alimentos como la patata, tomate…, construcción de un parenóstic (almanaque anual), estudio de la vida apícola, etc. Además, han tenido charlas formativas con las familias y maestros por parte de una nutricionista, un cocinero, un veterinario y una ambientóloga.
Todo ello les ha conducido a pensar que la buena práctica incide en el modelo de sociedad que construyen conjuntamente, aportando una visión crítica hacia éste modelo y, en definitiva, hacia el modelo social y económico a través de la propuesta de la soberanía alimentaria, generando un movimiento social a favor de ésta.
El proyecto podría entenderse como un paso más allá de dedicar un día a la fruta y también más allá de la celebración de un día a la semana sin carne. Por todo esto, pretenden dar argumentos y entender sus acciones con la ejecución de actividades en todos los ciclos adaptadas a las diferentes necesidades y también integradas en diferentes currículos.
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